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CUANDO ME MUERA
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Cuando me muera, bien mío,
no lloren tus ojos claros
porque la luz de mis ojos
ya no te ciegue al mirarlos.
¡Mira al cielo, mira al cielo
allá muy alto, muy alto,
a ese cielo tan azul
color de tus ojos claros!
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Cuando me muera, bien mío,
¡ni entierro, ni sepultura!
a Peña Negra subidme,
la ingente roca por tumba,
dosel de luz o de estrellas
mis pobres despojos cubran.
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Dejadme, sí, cara al cielo
en la peña solitaria
y aunque sin vida mis ojos,
en el cielo la mirada.
Que allí mi cuerpo descanse;
cárcel que tuvo mi alma,
que lo acaricien los vientos
y lo devoren las águilas.
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Mi madre Eladia M-E. A.
Murió a los 101 años y no siendo posible cumplir totalmente sus deseos, sí que derramamos sus cenizas sobre "Peña Negra" situada a 1.637 metros sobre el nivel del mar, cercana a Bejar en la provincia de Salamanca, donde un enorme "dosel de luz o de estrellas" las cubren y las iluminan. (Terly)
Terly:
ResponderEliminarHoy se ha ido la mía.
Abrazos para las dos, seguro que se unen por algún lugar.
Jesús:
ResponderEliminarVoy a tu blog a darte un abrazo.
Precioso homenaje Terly...
ResponderEliminarun besazo
¡De lo más bonito que has publicado!
ResponderEliminar¡Bravo por Doña Eladia, qué pedazo de poetisa!
Yo también perdí a los mios hace tiempo, y aunque más de una vez (muchas) les hecho de menos sé que están allá, en lo alto, seguro que con los tuyos. Un fuerte abrazo solidario y fraternal.
ResponderEliminarMi padre quiso que dejáramos por ahí sus cenizas. yo me negué en redondo....quedó en el mausoleo familiar. Parece que hemos rebajado un grado los deseos póstumos de los viejos, pero es que no todo es posible, ¿no?
ResponderEliminarHe visitado a Jesús Arroyo por lo de su madre. No lo conocía, pero qué lindo poema ha escrito.
Un beso para ti también, aunque me niego a ser tu abuela, jeje
estremecedor...
ResponderEliminarMuy bonito y muy fuerte Terly
ResponderEliminarUn homenaje maravilloso,Terly.
ResponderEliminarUn abrazo y un beso fuerte,fuerte.
Qué bonito poema y qué emotivo al saber luego lo que cuentas. Me ha sorprendido lo de la madre de Jesús, ya he ido a su blog a dejarle un abrazo.
ResponderEliminarOtro para tí.
Terly, como todo lo de tu madre es dulce y emotivo. Que visión tan clara tenía de la vida y de la muerte. Aunque te parexca raro yo la tengo un cariño muy especial.
ResponderEliminarUn beso
Gracias a tod@s por vuestras visitas y vuestros afectuosos comentarios.
ResponderEliminarBesos y abrazos y hoy, un abrazo muy especial para Jesús.
No hay duda que a esa altura está más cerca del cielo.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias, amigo mío.
ResponderEliminarHola Terly,es un gusto enorme tu visita a mi blog, gracias por el comentario y por supuesto siempre eres bienvenido....
ResponderEliminarHoy disfruto de este verso maravilloso que por lo que entiendo lo hizo tu madre, es bellisimo y seguramente desde ese lugar contempla este mundo.
Mi abuelo materno murió de 100 años, algo muy difícil de alcanzar en estos tiempos con el ritmo de vida que se lleva.
Un beso ya te iré leyendo con calma.
te enlazo para tenerte cerca.
Marisel
Terly, que lindas palabras nacen de tu corazón... me estremecieron en lo más profundo!
ResponderEliminarUn gran abrazo!