Autor: Terly
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EN MI VELERO
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Quisiera en mi velero hender las olas
de ese mar de tu piel embravecida
y en la apacible cala de tus pechos
reposar al cobijo de tu amor.
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Quisiera recorrer la suave costa
de tu divino cuerpo de Afrodita
y allí donde tus playas me conviden,
cual naufrago perdido, recalar.
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Quisiera percibir sobre mis labios
la idílica caricia de tus besos,
el jadeante aliento de tu boca,
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fusionar mis deseos con los tuyos
y alcanzar del amor, en sublime éxtasis,
la fuerza incontrolable de un “Big Bang”
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Terly.
Pese a que el Solsticio ha llegado con frío y agua, ¡como te hierve la sangre! Sois los extremeños portadores de hormonas impasibles a
ResponderEliminarlos temporales.
Seguro que no te ha inspirado el Caribe o La Polinesia. Más bien el Mediterráneo con una Afrodita descendiente del Imperium Romanum, al igual que en mi caso, tiempo haaaaaaaaaa, me prendí también de una del Mare Nostrum, si bien Dulcinea de Hispania, que con la llegada del polen, además de la rinitis alérgica, también me hace bullir (de tanto en cuanto), la hemoglobina como una sopa de plaquetas.
Hablando del sistema sanguíneo, y dado que "creo" tengo por los suelos triglicéridos y afines, haré un esfuerzo y nos tomaremos unos riojas acompañados de unas virutillas de Guijuelo, que creo ha superado en calidad al de La Dehesa de Extremadura, ¿no?.
Te llamaré la próxima semana si estás por el pueblo.
Un abrazo.
Un cúmulo de deseos exquisitamente versados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Urdanauturum:
ResponderEliminarEs posible que a mí me hierva la sangre, fruto seguramente de la blanca flor con que adorna el cerezo en el jardín de mi casa, pero lo que a ti te sucede es que eres un "caxondo" mental, jajaja...
"peazo" comentario con el que adornas este rincón de mi blog.
En cuanto al jamón de Guijuelo, he de decirte que en su mayoría procede de cerdos criados en las dehesas extremeñas y alimentados con nuestra bellota, símbolo de todo lo bueno y lo malo de nuestra tierra, pero, sea como fuere, los vinos nos los beberemos junto a unas lasquitas de jamón, que lo de menos es su procedencia y lo que vale es la compañía.
Mi teléfono está puesto en espera.
Un abrazo.
Rafael H. Lizarazo
ResponderEliminarQuerido amigo, te agradezco mucho tu visita y tu afectuoso comentario.
Te envío un abrazo cruzando el océano que geográficamente nos separa.
Precioso soneto, yo diría rojo, por el fuego que destila. Menos mal que rodeado de mar océana no corres peligro alguno, de cualquier forma, me gustaría enrolarme en ese barco aunque fuera de marmitón...hermano...
ResponderEliminarUn abrazo
Pablo
Pablo:
ResponderEliminarTú ya estás enrolado en otro barco que navega por aguas de color rosáceo y no como marmitón sino como auténtico comandante.
Abrazos.
Todo un palpitar del amor
ResponderEliminares este poema.
Abrazos
Marisa:
ResponderEliminarNo en vano llegó la Primavera, querida amiga, la gangre no es que se altere... hierve.
Besos.
Me quedo con tu canto a la amistad Terly, tras leer ese soneto en verso blanco que deja claro -por si alguien lo ha olvidado- que aún se puede amar, a pesar de la crisis.
ResponderEliminarUn abrazo mi querido amigo
Rosa Jimena:
ResponderEliminarQue se puede amar a pesar de la crisis, es cierto, pero yo diría que sobre todo por la crisis, que el amor nos haga olvidar por instantes, los recortes, hipotecas, primas de riesgo y el ibex 35.
En cuanto a la semilla en el alma, creo que la regamos adecuadamente.
Un beso.
Efectivamente, una bella explosión de amor.
ResponderEliminarAbrazos, querido amigo.
Jorge Torres:
ResponderEliminarGracias, amigo por tu presencia. Espero que nos veamos en Bilbao, ya tengo ganas de saludaros a todos los amigos.
Un abrazo.