TESTAMENTO VITAL
Consciente
de que llega ya el momento,
escribo y firmo aquí mi testamento:
escribo y firmo aquí mi testamento:
Mi cuerpo dejo, no para las llamas,
-para
eso existe ya el infierno-
sí
a los gusanos,
que al fin y al cabo
también tienen derecho a su alimento.
Dejo mi alma repartida
- en proporción a los afectos-
a quienes de uno u otro modo
gustaron de mi presencia,
me amaron,
participaron de mis tristezas
o al verme acosado por la vida,
rezaron por mí sus oraciones,
teniendo la certeza
de que jamás renunciarán a sus plegarias
por estar afincado en sus recuerdos.
Y en cuanto a mi poesía…
¿qué podría
hacer yo con mi poesía?...
quisiera llevármela conmigo
para que a nadie le incomode,
pero si hubiera una persona,
aunque tan solo fuera una persona,
que gozara o gustara su lectura,
a ella se la dejo en testamento
para que tenga un pedacito de este alma
que decidió marcharse con sigilo
por respetar el tópico letrero
de “NO MOLESTEN”
JJRME (Terly)
¡Qué buen testamento, Terly! Yo lo suscribo de principio a fin. Besos y buena semana. María.
ResponderEliminarMaria Bote:
ResponderEliminarDesde Madrid mi agradecimiento.
Hoy más cerca de Extremadura pero me quedo con las ganas.
Besos.