Cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando...
Jorge Manrique
A LA MÁQUINA DE ESCRIBIR
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Resultaste en un tiempo imprescindible,
bien los saben tus letras de martillo,
tu teclado, tu cinta, tu rodillo,
dejaron sobre el blanco, bien visible,
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escritos y relatos del pasado,
artículos, ensayos y poemas,
obras para teatros o cinemas
que al más docto dejaran asombrado.
Hoy te veo en el suelo, en esa esquina,
con el polvo que cubre tu grandeza;
tus momentos de gloria están ya lejos.
De pronto se ha corrido la cortina
que deja al descubierto la tristeza;
¡juntos nos hemos convertido en viejos!
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JJRME (Terly)
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6 comentarios:
Eran preciosas las Olivettis.
Nos llamarán nostálgicos, pero tengo una de adorno en el salón.
Un saludo
José F.:
Yo tengo una sobre mi mesa de despacho, ha sido la que me ha inspirado este soneto. Con ella lo he escrito y en ella lo he dejado de adorno, jejeje...
Bello y bien estructurado soneto a la máquina de escribir, un aparato práctico y seductor que , en tiempos de mi mocedad, deseaba ardientemente conseguir y que no adquirí hasta que pude pagármelo. Ahora tengo tres jubiladas en la casa paterna del pueblo natal. Compruebo, mi estimado amigo y paisano Juan José, que no has seguido el canon clásico y has cambiado la rima consonante del segundo cuarteto... Te lo has tomado como una "licencia". Me ha gustado por su tono melancólico, elegíaco, de añoranza.. por el paso del tiempo. No en vano recurres a la cita de versos de "Las Coplas" de Jorge Manrique. Me ha gustado; felicidades por él. Un abrazo extremeñamente fraterno.
Wenceslao Mohedas Ramos.
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona.
Si don Pedro viviera te estaría muy agradecido por recordar lo que fue para él -aparte la péñola- el instrumento en el que batió trillones de letras para sus "Siete ensayos sobre el Romanticismo Español". Tu máquina te estará muy agradecida por dedicarle un soneto de tan bella factura. Pablo
Amigo Wenceslao, tienes razón, en el segundo cuarteto me salto a otra rima, algo que me gusta hacer de vez en cuando con el fin de romper en cierto modo la monotonía de la rima repetitiva. También yo tengo una máquina antigua y a ella estuvieron pegados mis dedos durante muchos años, ahora ni ella ni yo estamos ya para presumir de nada, jejeje... Un abrazo.
Hola Pablo, recuerdo perfectamente la máquina de escribir de nuestro querido padre, hoy expuesta en un museo de Cáceres con algunas de sus obras. La verdad es que esta de la fotografía no se parece mucho a la suya que era mucho más vieja, a aquella había que rezarle un Padre Nuestro para que salieran algunas letras, recuerdo como la e parecía la o y la B parecía un 3 del revés, pero aún así tuvo la paciencia de escribir con ella casi mil hojas de los Siete Ensayos Sobre el Románticismo Español, ir corrigiendo con bolígrafo los defectos de estas letras, presentarlos al Premio Cartagena de la Real Academia de la Lengua y que fuera premiado. Un abrazo.
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