EL
RAYO VERDE
En su galopar de aguas y trajinar sonoro,
un abundante arroyo regala sus sonidos,
las aves con sus cantos regresan a sus nidos;
muere lenta la tarde y el sol se torna en oro.
La acompañé, cogida de mi mano,
a la orilla del mágico riachuelo
En su galopar de aguas y trajinar sonoro,
un abundante arroyo regala sus sonidos,
las aves con sus cantos regresan a sus nidos;
muere lenta la tarde y el sol se torna en oro.
La acompañé, cogida de mi mano,
a la orilla del mágico riachuelo
y dije prisionero de aquel cielo
mirando a ese
horizonte tan lejano:
Si el rayo verde no es fuego,
Si el rayo verde no es fuego,
por qué tu mirar
me abrasa,
esa luz me queda
ciego,
es saeta que
traspasa.
JRME (Terly)
4 comentarios:
Me encanta este poema, el amor se resbala en cada verso. :) Un besito
Darilea:
Gracias, Xary, siempre fiel a este blog.
Un beso.
La fidelidad es algo que uno debe ganarse con la bondad y la honradez de lo que uno escribe, tu la tienes bien ganada fratello.Un abrazo
Pablo (Simbad)
Pablo
Querido hermano;
tanto la familia como mis amigos, me lo ponéis muy fácil.
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