LA VIEJA DAMA
Bajo un cielo preñado de
nostalgias,
cabalga lentamente el
pensamiento,
se impregna de humedades que
desprende
esa niebla que envuelve a los
silencios.
Los cendales que adornan mi
ventana
se han cerrado y me sumen en la
noche,
las opacas tristezas, los
pesares,
me han dejado sin luz el
horizonte.
Y me veo abducido por las sombras
que escoltan a la vieja y triste dama,
y me oprimen, me asfixian sin
cesar.
Reniego todo el ser de esta
señora
y pronuncio con ira estas
palabras:
¡maldita seas siempre, soledad!
JJRME (Terly)
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