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Te he contemplado en tu belleza, abarcada por arco iris de Luna y de Venus. Te he visto subir a los cielos como cuerno de la abundancia lleno de mar, y en tu ascensión arrastrar tras de ti cuanto flotaba . También bella en el Tirreno rodeando a Stromboli y a Vulcano y de tus aguas rizadas emerger el Aconcagua en el Pacífico o el Teide en el Atlántico. Ante mis ojos cambiaste infinitas veces en tu extensa gama de colores; del gris profundo al verde somero, del rojo de mar enferma al marrón del delta; del negro tenebroso del ciclón tropical al azul que te define; del turquesa de arrecife coralino al amarillento en la tormenta de arena del Mar Rojo o el Pérsico.
Eres por tu poder y belleza, por los misterios que escondes y por tu romántica visión cuando la luna se ve reflejada en tus aguas, fuente de inspiración y de aventuras para el hombre y de pasión para la fémina.
Eres por tu poder y belleza, por los misterios que escondes y por tu romántica visión cuando la luna se ve reflejada en tus aguas, fuente de inspiración y de aventuras para el hombre y de pasión para la fémina.
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Para nosotros, marinos de la mar océana, eres nuestro pan, nuestras alegrías y penas, nuestras nostalgias y nuestro miedo ante el peligro temido y cierto, a ser como otros, arrastrados por ti a la muerte.
Yo te he visto alzarte en montañas de agua convirtiendo a mi barco en un juguete sobre el cual caías rompiendolo, zarandeandolo, retorciendolo y sumergiendolo bajo tu peso desde la proa al puente, y como si de una montaña rusa se tratara, le hacías descender hasta lo más profundo del seno de tu ola, y a emerger tras un esfuerzo titánico de las fuerzas físicas que rigen la flotabilidad de los cuerpos, mientras en el puente, se rezaba en silencio.
Te he visto encrespada por el viento huracanado que deformaba nuestras caras y hacía que las crestas de tus olas, volaran convertidas en penachos de espuma blanca que barriendo con inusitada furia la cubierta de mi barco me obligaban a respirar agua en suspensión en el ambiente.
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En el Canal de la Mancha y en el Mar del Norte, tus traidoras nieblas, me han metido el miedo entre pecho y espalda, cuando sin más medios que mis ojos en ceguera casi absoluta, barcos en todas direcciones y con medios modernos, se cruzaban en mi derrota, y en el Báltico deteniéndolo y aprisionándolo con sus hielos.
Te he visto al paso del ciclón en el Caribe, tornarte rosada y bella con ventolinas impregnadas de olor a tierra mojada o en las noches de tormentas tropicales que cargaban el ambiente de electricidad, iluminarte como bajo el sol.
Ahora, en mi lejanía de tus orillas, me siento huérfano de ti y sueño despierto que voy en el puente de mi barco, sintiendo en mi rostro la caricia de tus brisas, el sabor salobre en mis labios, el monótono transcurrir del agua por los costados rodeados de fluorescencia, el olor a algas de un mar profundo, el firmamento abrazándolo todo...
SIMBAD
(Mi hermano Pablo R.M-E.)
18 comentarios:
Gracias por dejarnos navegar esta noche en el barco de tu hermano. Pero he pasado miedo,me he visto sumergida en medio de las olas, rezando y con sabores de sal en la boca.
¿Sabes?, junto a la capilla de la Escuela Naval, hay un cuadrito que dice:
"El que no sabe rezar
que vaya por esos mares,
verá que pronto lo aprende
sin enseñárselo nadie"
Seguro que a tu hermano le enseñaría a rezar tu madre, pero ¡cuántos habrán aprendido en medio de una galerna!
Las fotos de impresión y el texto lo mismo, ¡¡felicidades Pedro!!
Un beso a los dos
Tu hermano no lo ha podido describir mejor, me he visto dentro del barco, sintiendo cada detalle, pero yo soy marinera de agua dulce, me da la mar mucho respeto.
Un saludo.
Muy bello y descriptivo este relato, me he permitido ojear tu blog, eres un artista literario.
Gracias por enlazarme.
Bonito texto de Simbad.
saludos,
Perfección en olas de una mar atormentada.
¡Bien!
Que bonito,Terly.
Al ritmo de esos versos hemos navegado por mares, tormentas y galernas.
Una maravilla.
Terly, felicita a tu hermano por este preciosa descripción de lo que es LA MAR para unos, y EL MAR para otros.
Para mi, sin pertenecer a la Marina, es LA MAR, porque la veo poderosa, sencilla, de un belleza inexplicable, y que a todos le gusta contemplar en cualquiera de sus fases.
Preciosa reflexión y preciosas fotos.
Un abrazo Extremeño.
Terly: son fotos o son pinturas. ¿Me cuesta distinguirla?. Sean lo que sean ¡Vaya realismo!
Un beso
Militos:
Para contestar a tu pregunta te copio y pego la parte del e-mail que me envió mi hermano adjuntandome las fotos. Como diría el sabio Jesúlín, en dos palabras, son "im presionantes"
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"Te envio dos fotos tomadas con cámara subjetiva colocada en el palo de proa del barco, antes y en el momento de embarcar la ola.Creo que son las mejores para el post Mar bella, mar cruel"
Un beso.
Totalmente impresionantes como digo yo. Qué momentos!!, Terly.
Un beso
Desde luego tus comentarios son "de Nobel". Impresionan, dan escalofrios, hacen que los vivas.
Me ha encantado. Soberbio... Contigo soy capaz de ir MAR ADENTRO todo lo que haga falta.
Saludos.
Arcendo:
Tienes razón, las exposiciones de mi hermano sobre los distintos y difíciles momentos vividos en el mar, son sobrecogedoras y escucharselos contar a viva voz, más aún.
Un abrazo.
En una sola palabra: ¡IMPRESIONANTE!
Por muy avezado que se sea, la Madre Naturaleza, nos pone firmes cuando quiere. Yo he sentido lo mismo, pero en el aire y te puedo asegurar que alguna vez he sentido miedo, no me da vergüenza decirlo, he sentido miedo, pero luego lo olvidas y vuelves a embarcarte...
Un abrazo.
Militos:
Simpático y real lo del cuadrito de la Capilla de la Escuela Naval.
Y sí, aprendió a rezar de mi madre y seguro que lo hizo en muchas ocasiones.
Anaroski:
Cuando cuenta estas cosas de palabra, aún estremecen más.
Reportera
Me alegro de que te haya gustado el relato y gracias por tu amable comentario.
Aguijón:
En nombre de SIMBAD, gracias.
Jesús Arroyo:
¡Muy atormentadas!
Lojeda:
Tus felicitaciones son recibidas directamente por mi hermano quien te da las gracias y el abrazo extremeño nos lo repartimos entre los dos.
Pedro:
Ya me imagino que en el aire tampoco debe de ser nada agradables ciertas bromitas de la madre naturaleza ya te digo yo desde aquí que cuando vuelo y simplemente se inclina el aparato para cambiar de rumbo, ya "se me ponen las corbatas de huevos"
Un abrazo para todos.
El mar, siempre un referente. Como dices, a veces bello, a veces cruel, pero siempre fascinante, siempre lleno de vida.
Un placer leerte y no puedo enseñarte nada, amigo. Voy de fracaso en fracaso. Las chicas no son lo mío.
Un abrazo fuerte y a seguir bien.
Alatriste:
Gracias amigo, nos seguiremos visitando.
Un abrazo
Preciosas las imágenes, sinceramente. Enhorabuena.
Un gran texto.
Gracias, Álvaro.
Un abrazo
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