Autor: Terly
Sé que hablar en la actualidad de toros y sus corridas es meterse en un auténtico jardín en forma de laberinto y que nadie me manda hacer tal cosa, pero…
Me gustan los toros y es una afición que me viene desde pequeño a pesar de que tanto a mi padre como a mi madre no les agradaban en absoluto. Tenía 12 años cuando al salir de las clases del instituto me iba a escondidas a tomar clases de toreo, por supuesto sin que ellos se enterasen, a la Escuela Taurina de Cáceres donde además me dijeron que apuntaba buenas maneras. Esto fue hasta que sin saber aún cómo se enteró mi madre y un buen día se presentó en ella para sacarme de la oreja, la que milagrosamente conservo ya que aún no consigo comprender como no se quedó entre sus dedos como si de un trofeo taurino se tratara. A partir de aquí ya no cuento sobre las voces y castigos que tuve que soportar de mis progenitores durante largo tiempo.
Las corridas de toros yo las he visto siempre como una expresión artística de suma belleza y rodeada de un misterio y colorido desbordantes. El sol, los clarines y timbales, las mantillas, la arena que brilla como el oro, una verónica, una chicuelinas, medias verónicas, revoleras, faroles, estatuarios, naturales, la música, los ¡Olés! Todo te envuelve de una manera embrujadora en un “ballet” repleto de fantasía.
Sí, claro, y llegamos a la parte triste, dura, desagradable y trágica, la muerte del toro. Ese animal tan bello y tan noble, pero que es bello y noble porque existe la corrida sino, este animal habría desaparecido de la faz de la tierra ya que el coste de su crianza no hubiera permitido su conservación si no es para este fin..
Y la lucha desigual, la fuerza bruta y desordenada contra la inteligencia del hombre pero… ojo, que el toro también tiene sus oportunidades y en algunas ocasiones las aprovecha y de qué manera, sino que se lo pregunten (si pudiéramos) a Manolete o a otros tantos que dejaron su arte por el camino.
Este mundo es el que hoy me ha inspirado el soneto “Muerte y muerte” que a continuación os recito y transcribo .
Os pido un poco de benevolencia.
Sé que hablar en la actualidad de toros y sus corridas es meterse en un auténtico jardín en forma de laberinto y que nadie me manda hacer tal cosa, pero…
Me gustan los toros y es una afición que me viene desde pequeño a pesar de que tanto a mi padre como a mi madre no les agradaban en absoluto. Tenía 12 años cuando al salir de las clases del instituto me iba a escondidas a tomar clases de toreo, por supuesto sin que ellos se enterasen, a la Escuela Taurina de Cáceres donde además me dijeron que apuntaba buenas maneras. Esto fue hasta que sin saber aún cómo se enteró mi madre y un buen día se presentó en ella para sacarme de la oreja, la que milagrosamente conservo ya que aún no consigo comprender como no se quedó entre sus dedos como si de un trofeo taurino se tratara. A partir de aquí ya no cuento sobre las voces y castigos que tuve que soportar de mis progenitores durante largo tiempo.
Las corridas de toros yo las he visto siempre como una expresión artística de suma belleza y rodeada de un misterio y colorido desbordantes. El sol, los clarines y timbales, las mantillas, la arena que brilla como el oro, una verónica, una chicuelinas, medias verónicas, revoleras, faroles, estatuarios, naturales, la música, los ¡Olés! Todo te envuelve de una manera embrujadora en un “ballet” repleto de fantasía.
Sí, claro, y llegamos a la parte triste, dura, desagradable y trágica, la muerte del toro. Ese animal tan bello y tan noble, pero que es bello y noble porque existe la corrida sino, este animal habría desaparecido de la faz de la tierra ya que el coste de su crianza no hubiera permitido su conservación si no es para este fin..
Y la lucha desigual, la fuerza bruta y desordenada contra la inteligencia del hombre pero… ojo, que el toro también tiene sus oportunidades y en algunas ocasiones las aprovecha y de qué manera, sino que se lo pregunten (si pudiéramos) a Manolete o a otros tantos que dejaron su arte por el camino.
Este mundo es el que hoy me ha inspirado el soneto “Muerte y muerte” que a continuación os recito y transcribo .
Os pido un poco de benevolencia.
.
A Dios pongo por testigo que el de la foto no soy yo, ni el uno ni el otro.
.
.
.
MUERTE Y MUERTE
En la plaza, el silencio es expectante,
la arena del albero es sol y es oro,
todo el morlaco es un bramar sonoro
que proclama su muerte, desafiante.
la arena del albero es sol y es oro,
todo el morlaco es un bramar sonoro
que proclama su muerte, desafiante.
.Ha llegado el momento, es ya el instante,
clarines y timbales hacen coro,
con los remos cuadrados, quieto el toro,
se muestra ya rendido, jadeante.
.
clarines y timbales hacen coro,
con los remos cuadrados, quieto el toro,
se muestra ya rendido, jadeante.
.
Lo cita el diestro, muestra su muleta
a la que entra sumiso ante la treta.
Su pico es una luz que casi ciega.
.
Ambos caen de muerte en la refriega,
el coso de escarlata se ha bañado,
la tarde de dolor se ha coronado.
JJRME (Terly)
20 comentarios:
Aunque como dices esto es un terreno espinoso y polémico, yo confieso que también soy "taurino". Me ha gustado mucho, tanto tu exposición, como el poema con el que la acompañas. Encierra en el, todo el drama universal del la tauromaquía en sus líneas.
Un fuerte abrazo.
Este semana iré a una corrida de toros en mi ciudad debido a que estamos de feria ;-)
Así que me acordaré de tí cuando esté viendo a los toreros y al toro. La verdad, yo también soy taurino y me gustan mucho las corridas, aunque claro, no me gusta mucho cuando se mata al toro.
Me ha gustado mucho tu poema.
Sigue así.
Un Abrazo.
Yo también soy taurino, any problem? Y admitámoslo: dan morbo.
Un saludo
Yo no soy forofo de los toros, ni entiendo, pero sí me agrada ver una buena corrida por la tele. Respeto a las personas que les desagradan los toros, pero sólo en la medida que no pretendan abolir la fiesta ni incurran las cursiladas habituales sobre la dignidad del animal. Me parece patético hacer bandera contra el sufrimiento de los animales cuando hay tantos hombres y mujeres que sufren en el mundo. De éstos muchas veces ni se acuerdan los ecologistas.
Un bello soneto.
No soy de sus amantes y si pudiera, no iría.
El poema tiene fuerza, como los toros de lidia. Muy lindo...como poema.
Has dicho las primeras dos cosas que me hacen algo comprensibles las lidias y es eso de que no ser por ellas no habría más que pocos toros para sus haremes de vacas y punto. El otro argumento sobre la belleza bruta del ambiente, bueno, hay ambiente por lo terrible, creo.
Lo siento, me dan pena los bichos.
Yo que soy taurina, te digo Terly, que tu poeam tiene uan carga dramática brutal.
Me gusta muchísimo.
Un beso.
Yo, toro bravo, en nombre de aquellos que cada día mueren en las plazas,los de mi casta y raza, declaro:
1. Llevo 5 años de mi vida disfrutando en una dehesa extremeña, de paz, buena comida, buenas siestas y sexo...el que me administran.
2. Se acerca la fecha de mi muerte, y no es malo saber cuando y cómo te llegará, tampoco lo es el saber que le puede no resultar gratis al que se enfrente a mi bravura y coraje con afán de matarme en la plaza.
3. De no existir el espectáculo que juzgamos, probablemente habría ya muerto electrocutado o sacricado con una pistola de matarife a edad muy temprana y muriendo sin honor, ni gloria.
4. Deseo morir matando y que mi cabeza disecada sea algún día admirada,mi nombre pueda formar parte de los libros de historia de la tauromaquia y no ser un anónimo ternero convertido en hamburguesas.
5. Mi agradecimiento sincero a aquellos que defienden el fín de la Fiesta, pero les ruego desde mi más humilde condición de bruto, centren sus esfuerzos en defender a aquellos animales sacrificados gratuitamete a diario y que no tienen como yo la posibilidad de defenderse ante aquel que pretende quitarle la vida.
CARACOL (de la ganadería Los Guateles de Badajoz)
terly: a mi las corridas siempre me han gustado y a mi padre no sabes cuánto. No se perdía una en el palco de la Diputación. En sus últimos mese se sentaba frente a la tele y sólo veía, futbol y toros. Yo a su lado.
Creo que la corrida y su ritual es de una belleza incomensurable, algo, con los debidos respetos, de ceremonia religiosa.
No es el pobrecito toro, son dos espadachines en igualdad de condiciones. un duelo con las mismas armas.
Tu poema me hace pensar si nos habremos perdido un gran torero. Comprendo a tu madre, las madres tienen un sexto sentido pero...
Por lo menos gracias a ella podemos disfrutar de estas otras artes tuyas que tanto nos gustan.
Un beso
Fíjate que no te imagino de torero, pero seguro que tenías pensado hasta el nombre, ¿cómo te hubieras llamado? "El niño de...?.
Las corridas de toros forman parte de la tradición española, pese a quien le pese, hay todo un universo alrededor de la fiesta y una historia a sus espaldas y también muchas familias que viven gracias a ella. Dehesas que se conservan solamente porque crían reses bravas.
Ya los íberos se enfrentaban a toros bravos en espectáculos con tintes religiosos públicos. Lo que antes era un rito religioso se convirtió con la tradición grecorromana en espectáculo.
El toro bravo habitó en otras regiones en la antigüedad, pero se extinguió por ser considerada una especie arcaica, no así en España donde se asentó y se conservó hasta nuestros días.
El colorido, el lenguaje, la música propios de la fiesta forman parte de nuestra idiosincrasia, no conozco ni he oído hablar a ningún torero del placer en la tortura del toro, sino del valor y la nobleza que muestre.
Personalmente me gusta ver una buena faena en los ruedos, pero reconozco que me da pena cuando matan al toro. Es más, no soy capaz de matar animal alguno. Pero los argumentos usados por los detractores de la fiesta de los toros, a veces, son totalmente absurdos.
El poema con garra y fuerza es muy gráfico en sus palabras, Terly.
Un saludo
Querifo Terly:
Estoy totalmente de acuerdo con Arcendo, el post entero me ha encantado, también me encantan los toros, mi Abuelo Manolo (por cierto de Cumbres Mayores), y mi abuela Anita (de Jerez), los dos consuegros pues el primero es el padre de mi madre y la segunda era la madre de mi padre, tenían pasión por los toros, de pequeña, me llevaban a verlos muchisimas veces, y ahora soy yo la que lleva a mi abuelo a alguna buena corrida.
Un saludo amigo.
Terly:
De aficionado a aficionado... ¡Sí!, sí te has metido en un jardín, jejeje.
El poema, escrito y escuchado, es... ¡rotundo!
Hace un par de años, con la mujer de un buen amigo, a la que nada le gustaba esto, vimos la encerrona de Joselito del 2 de mayo del 96. Partes de la faena en cámara lenta, mientras le explicaba el que y el como de este arte.
Cambió de opinión.
¿Qué quiero decir con esto? Que hay muchas personas a las que no le gusta el toreo, casi todas, por no decir todas, lo que no le gusta es sangre, sufrimiento y muerte. Bien, a los toreros tampoco, ni a los aficionados, pero, si no se pasara por estas fases... Bueno, bueno, que me meto en el mismo jardín.
Un abrazo
y ¡eso! que muchas de estas personas, necesitarian una voz que les guiase por la faena.
Hola he conocido su blog, a través del de arcendo, donde le he visto comentar, me gustaria invitarle a conocer el mío.
Gracias de antemano.
Arcendo:
Gracias por entrar en mi jardín
Alvaro Ortega:
Te pido que te acuerde de mí si la corrida es buena, si es mala, olvídame.
Miguel A.
Pasa, jardinero.
Al Neri:
Yo entiendo que pueda no gustar y que se defienda la dignidad del toro si en esa defensa entrara también la dignidad de las ratas, las cucaracha, las moscas, los mosquitos, las arañas, y otros muchos animales o insectos que por ser de aspecto desagradable se les aplasta como eso... como cucarachas.
Alemamá:
Eres un cielo, gracias por decir que te gusta el poema.
Natalia Pastor:
Realmente es una situación dramática, todos se acuerdan del toro y ninguno del torero.
Anónimo (Caracol):
Creo que tienes razón, si los toros pudiesen elegir su vida y su muerte, creo que ninguno elegiría vivir dos años estabulado para engordar con rapidez y ser asesinados sin poder defenderse para convertirse en bocadillo de MacDonal
Militos:
Tienes toda la razón, es un autentico ritual, lleno de colorido, emociones, dolor y arte.
Shikilla:
¡Uyyyy! casi aciertas el nombre. Efectivamente lo tenía pensado. Me hubiese llamado "Er Nene". Si echas la vista atrás en mi blog verás que así me llamaba mi hermano en un post que escribió sobre mí.
Anaroski:
Me hubiera gustado conocer a tu abuelo Manolo y a tu abuela Anita, sobre todo siendo de Cumbres Mayores el uno y de Jerez la otra.
Jesús Arroyo:
¡Uyyyy!... casi te metes en mi jardín. Gracias por calificar de rotundo el soneto porque eso era lo que yo pretendía.
Reportera española:
Acabo de visitar tu blog, me gusta cuanto defiendes y te he enlazado.
Como yo soy chapado a la antigua y a mí Aido no me come el coco, os envío a "todos" un fuerte abrazo.
Olé. Y no es cuestión de justicia en el ruedo, ni de oponer ética a estética. El toreo es algo singular que cuanto más se conoce, más se disfruta de él y más se aprecia al toro. La muerte es la vida llevada a su culminación. Mejor un ruedo que el matadero, al menos para un animal noble, y me refiero a ambos contendientes.
Luis:
Agradezco el comentario hoy más que nunca. Es dificil convencer a los detractores de la corrida que aparte del arte del toreo y toda la belleza que le rodea, el toro ha tenido una vida e incluso una muerte que para sí hubieran querido los que terminan su vida en el matadero para ser convertidos en comida basura.
Un abrazo y gracias.
¡Ay! uds me están enterneciendo....ya le estoy encontrando gracia al asunto, pero aún no sé si me atreviera a verlo.
Terly, menos mal que tu madre tenía sentido común. Nos privó de un torero y nos sobrevivió un poeta y recitador muy bueno.
Un abrazo
Alemamá:
Eres tan generosa conmigo que te invito a una copa internáutica para que brindemos juntos por la poesía y "los toros" (ojo, que no he dicho ni por la lidia ni, corrida, ni nada de eso,; por "los toros")
Un abrazo.
Me hiciste reír, compañero y gracias por visitarme.
Realmente no les doy nada y es que estoy muy pero que muy solo en la vida real.
Así que el blog no es un reflejo de mis días para nada, desgraciadamente para mí.
Qué le vamos a hacer.
Espero que tú seas más afortunado y que puedas disfrutar de amistades y de amores.
Un abrazo muy grande y muy interesante tu blog.
Por cierto, ¿qué hace un extremeño en Cataluña? Ganarse la vida, imagino, ¿no?
Cuídate.
Alatriste:
Te seguiré visitrando, me has caido bien. Además te deiré que coincidimos en eso de los Debes y los Haberes y fueron éstos los que me trajeron a Cataluña hace ya una eternidad.
Un abrazo.
Publicar un comentario