Autor: Terly
ATRAPADO
Al bullir de las nostalgias,
los peces enjaulados
se escapan temerosos
de sus yertas manos...
Surgido del crepúsculo
y envuelto por el humo de sus sueños,
se aproxima un tren
que lanza al viento sus silbidos.
Cargada su mochila de esperanzas
y libre de cualquier otro ropaje,
trémulo espera su llegada
con el frío adueñado de su cuerpo.
Pasa veloz sin detenerse
y de nuevo su silbo cruza el aire
repitiéndose entre la niebla.
para hacerle perder la noción del tiempo
La noche, arrebujada entre sus sombras,
implacable le sorprende
con un racimo de ingratas horas
que cuelgan del reloj de sus silencios.
Vencido ya por su amargura,
se abandona en una esquina
de su gélida estación
para dormir una vez más despierto.
Al bullir de las nostalgias,
los peces enjaulados
se escapan temerosos
de sus yertas manos...
Surgido del crepúsculo
y envuelto por el humo de sus sueños,
se aproxima un tren
que lanza al viento sus silbidos.
Cargada su mochila de esperanzas
y libre de cualquier otro ropaje,
trémulo espera su llegada
con el frío adueñado de su cuerpo.
Pasa veloz sin detenerse
y de nuevo su silbo cruza el aire
repitiéndose entre la niebla.
para hacerle perder la noción del tiempo
La noche, arrebujada entre sus sombras,
implacable le sorprende
con un racimo de ingratas horas
que cuelgan del reloj de sus silencios.
Vencido ya por su amargura,
se abandona en una esquina
de su gélida estación
para dormir una vez más despierto.
JRME (Terly)
7 comentarios:
Los trenes de los días se suceden unos tras otros, y nosotros somos viajeros de ese tren sin saber su destino.
Besitos Terly.
Lo malo, querida Xary, es que si nos bajamos de él no nos será posible subir al próximo porque ya no para en nuestra estación.
Un beso.
Cierto Terly :)
Besos, Darilea...
Hola amigo Terly. Todavía nos quedan unas estaciones y el destino, te aseguro sin engaño alguno, que lo tenemos asegurado.
Veo con agrado que cada vez son más las admiradoras de tus poemas.
Un fuerte abrazo
Urdanautorum;
Querido amigo, la vida no se para en ninguna estación y el tren que pasa ya no lo podremos cojer jamás, solo una parada tenemos asegurada, la de final de trayecto.
Hoy hemos hablado de ti con el Dr. Alemán.
Seguimos teniendo pendiente vinos y lasquitas de pata negra. Llamame cuando te apetezca.
Un abrazo.
Por la zona en donde vivo siempre el tren ha sido mi transporte favorito y por eso me gusta disfrutar de las historias que transcurren allí. Cuando consegui viajes a miami pude viajar en el transporte publico de esa ciudad, y la verdad las diferencias con el nuestro son enormes
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