EL TIEMPO
Inexorable corre,
el tiempo vuela,
parece, en
ocasiones, que nos gruña,
que nos rasgue
la piel su afilada uña
o que nos clave
su punzante espuela.
Quien
consiga dejar brillante estela
entre la
vida y la muerte, como cuña,
muera feliz,
será que el mango empuña
de esa
verdad que tanto el hombre anhela.
Si alguno de
vosotros me pensara
tras mi
muerte, aunque sea un solo instante
que me
busque en las noches estrelladas.
Desde el
lugar que Dios me reservara,
quizás un
astro de luz centelleante,
inquieto
esperaré vuestras miradas.
JJRME (Terly)
4 comentarios:
Extraordinario soneto, te felicito.
Saludos
Francesc Cornadó
Lo dices muy bien en tu estupendo soneto, tal vez a irnos seamos un pequeño punto de luz en el firmamento infinito.
Abrazos.
Francesc Cornadó:
Querido amigo, me haces feliz con tu comentario, valoro mucho tu gran afición por la poesía y tus conocimientos de ella.
Un abrazo.
Rafael Humberto Lizarazo:
Espero, amigo, que si nuestras luces se cruzan un día por el cosmos, seamos capaces de reconocernos para saludarnos.
Mientras tanto, aquí te dejo mi abrazo.
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