Carta enviada por mi hermano Pablo a mis padres, desde Alejandría, en el mes de Octubre del año 1967, rescatada entre una montaña de cartas escritas desde la mar.
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Dedicada a mi cuñada Tonia
Procedentes de Rótterdam y con una carga 12.000 toneladas de harina de trigo- regalo de la Comunidad Económica Europea al pueblo egipcio- llegamos a este puerto hace ya una semana.
El viaje ha sido muy duro, con muy malos tiempos en el Mar del Norte y el Atlántico. La costa portuguesa nos ha vapuleado sin piedad durante dos días, dando bandazos de hasta 35 grados y embarcando olas tremendas por el costado de estribor.
Suponíamos que con el cargamento que traemos se nos recibiría a bombo y platillo, al fin y al cabo estamos haciendo la labor de la Cruz Roja sin recibir a cambio ninguna compensación extra por riesgo de guerra. Lo cierto es que nuestra llegada nos ha puesto los pelos de punta. Hace ya cuatro meses que terminó la guerra entre Israel, Egipto y los países árabes y esta gente sigue pensando que todavía no está dicha la última palabra.
Fondeados en la rada hemos podido observar el movimiento de lanchas rápidas de fabricación rusa, armadas con misiles, que patrullan la costa. La entrada al puerto está protegida por una red antisubmarina que sólo se abre cuando entra o sale un barco, y por doquier, antiaéreos y nidos de ametralladoras en todos los edificios altos.
Después de varias horas de espera, llegó finalmente el práctico acompañado de dos soldados armados con metralletas, que embarcaron ordenándonos que a partir de la puesta del sol no tuviéramos luces en cubierta y que los portillos de los camarotes debían permanecer cerrados y con las cortinas corridas hasta el amanecer.
El capitán-italiano con experiencia de convoyes durante la Segunda Guerra Mundial-, le preguntó al práctico:
“¿Oscurecimiento total a partir de la puesta del sol...? ¿Pero, no ha terminado la guerra?”
“No capitán, la guerra no ha terminado”, contestó.
Cuando la red antisubmarina fue cerrándose a medida que nuestro barco cruzaba la entrada al puerto, los oficiales que estábamos en el puente, nos miramos como preguntándonos: ¿pero que demonios estamos haciendo aquí?
Dentro del puerto había tres destructores rusos abarloados a pocos metros de nuestro atraque.
La primera noche, de madrugada, empezaron a sonar disparos acompasados y explosiones. Saltamos de la cama y salimos varios de nosotros a cubierta, con la cara demudada, descalzos y semidesnudos. Los disparos procedían de uno de los destructores rusos, que irracionalmente o por divertimiento, disparaban contra un satélite artificial que cruzaba nuestro cielo. El susto fue mayúsculo, pero empezamos a tomarnos la cosa con cierto humor, al ver que las explosiones se quedaban casi a la altura de un cohete de feria, si la comparábamos con la del satélite. Esto mismo se repitió de día, pero esta vez contra un caza israelí del que tan sólo se veía una ligera estela blanca a una altura estratosférica. Esta vez fue una lancha egipcia la que hizo los disparos.
La descarga de la harina se lleva a cabo muy lentamente, por lo que suponemos que tendremos que pasar otra semana en Alejandría.
Hablando de descarga, esta mañana hemos presenciado un espectáculo muy triste. En el muelle y en guardia permanente, soldados armados con fusiles, vigilan que nadie recoja del suelo un gramo de harina. En un descuido del soldado, una niña de unos diez años, corrió con una lata y un cartón a recoger de un pequeño montón de barreduras, un poco de harina. Al percatarse el soldado, corrió hacia ella y la golpeó con la culata del fusil e hizo que vertiera en el suelo el producto de su “rapiña”. Fue un acto político asqueroso, pues de no haber estado nosotros presenciando la escena, posiblemente hubiera actuado de otra forma. Se avergüenzan del hambre...si ellos supieran la que Europa sufrió del 39 al 45...
He salido a tierra con un compañero y nos hemos divertido viendo en un night club la danza del vientre. Es impresionante de que forma son capaces las bailarinas de mover el esqueleto semidesnudo. ¿Cómo es posible que dentro del mundo árabe haya tales diferencias de actitud respecto al comportamiento de la mujer? El local estaba protegido por sacos terreros, al igual que casi todos los comercios de la ciudad, pero ya no nos impresionan tanto como el primer día. Lo que si nos ha llamado la atención es el riesgo que corren los viandantes en esta ciudad caótica. Los coches y autobuses se mueven entre la gente a golpe de bocinazos y sin semáforos que regulen el tráfico; cruzar una calle es casi suicida. A veces piensas que buenos toreros podrían salir de algunos de estos peatones.
Esta noche hemos tenido otra vez un sobresalto. A eso de las cuatro de la mañana una fuerte explosión bajo el agua, ha hecho que el barco, que está medio vacío, chocara duramente contra el muelle. De nuevo hemos salido todos a cubierta despavoridos, preguntándonos que había sido eso. La respuesta nos la dio una segunda explosión a unos trescientos metros de nosotros, mientras una lancha sin luces, se alejaba del lugar.
En este puerto, durante la Segunda Guerra Mundial, un cuerpo italiano de ataque submarino llamado “Decima MAS” consiguió colocar bajo las quillas de los acorazados británicos “Valiant” y “Queen Elizabeth cargas explosivas que hicieron que ambos barcos se hundieran en el mismo puerto. Fue una acción de un gran valor, coraje, determinación y preparación técnica, en la que un submarino puso en el agua a dos torpedos humanos, cuyos tripulantes después de mil vicisitudes, lograron colocar los explosivos. Esto, los egipcios no lo han olvidado y de ahí el que lancen cargas de profundidad de vez en cuando para evitar que posibles hombres rana israelitas ataquen sus barcos de guerra en este puerto.
Después de doce días descargando harina, por fin mañana saldremos a la mar. Me voy con la pena de no haber podido “ver” el famoso faro de Alejandría, ni la biblioteca, ni tantas cosas maravillosas de éste país...vigilan nuestros movimientos y no nos permiten salir de la ciudad. Hacer una fotografía es una acción suicida. Poseer cualquier revista o signo de haber estado antes en Israel, supone la cárcel. A pesar de ello, estoy satisfecho por haber colaborado a quitar el hambre a medio Egipto, aunque sólo sea por un día.
Termino mi carta navegando en un Mediterráneo azul maravilloso en un día luminoso de Otoño. La sensación que tengo al haber dejado atrás tanta miseria es la que se siente después de una buena ducha.
El barrido de las bodegas ha producido casi una tonelada de harina que hemos echado al mar. Ha venido a mi mente la niña de Alejandría y creo que todos en nuestro fuero interno nos sentimos en pecado mortal.
SIMBAD (Pablo R.M-E.)
Procedentes de Rótterdam y con una carga 12.000 toneladas de harina de trigo- regalo de la Comunidad Económica Europea al pueblo egipcio- llegamos a este puerto hace ya una semana.
El viaje ha sido muy duro, con muy malos tiempos en el Mar del Norte y el Atlántico. La costa portuguesa nos ha vapuleado sin piedad durante dos días, dando bandazos de hasta 35 grados y embarcando olas tremendas por el costado de estribor.
Suponíamos que con el cargamento que traemos se nos recibiría a bombo y platillo, al fin y al cabo estamos haciendo la labor de la Cruz Roja sin recibir a cambio ninguna compensación extra por riesgo de guerra. Lo cierto es que nuestra llegada nos ha puesto los pelos de punta. Hace ya cuatro meses que terminó la guerra entre Israel, Egipto y los países árabes y esta gente sigue pensando que todavía no está dicha la última palabra.
Fondeados en la rada hemos podido observar el movimiento de lanchas rápidas de fabricación rusa, armadas con misiles, que patrullan la costa. La entrada al puerto está protegida por una red antisubmarina que sólo se abre cuando entra o sale un barco, y por doquier, antiaéreos y nidos de ametralladoras en todos los edificios altos.
Después de varias horas de espera, llegó finalmente el práctico acompañado de dos soldados armados con metralletas, que embarcaron ordenándonos que a partir de la puesta del sol no tuviéramos luces en cubierta y que los portillos de los camarotes debían permanecer cerrados y con las cortinas corridas hasta el amanecer.
El capitán-italiano con experiencia de convoyes durante la Segunda Guerra Mundial-, le preguntó al práctico:
“¿Oscurecimiento total a partir de la puesta del sol...? ¿Pero, no ha terminado la guerra?”
“No capitán, la guerra no ha terminado”, contestó.
Cuando la red antisubmarina fue cerrándose a medida que nuestro barco cruzaba la entrada al puerto, los oficiales que estábamos en el puente, nos miramos como preguntándonos: ¿pero que demonios estamos haciendo aquí?
Dentro del puerto había tres destructores rusos abarloados a pocos metros de nuestro atraque.
La primera noche, de madrugada, empezaron a sonar disparos acompasados y explosiones. Saltamos de la cama y salimos varios de nosotros a cubierta, con la cara demudada, descalzos y semidesnudos. Los disparos procedían de uno de los destructores rusos, que irracionalmente o por divertimiento, disparaban contra un satélite artificial que cruzaba nuestro cielo. El susto fue mayúsculo, pero empezamos a tomarnos la cosa con cierto humor, al ver que las explosiones se quedaban casi a la altura de un cohete de feria, si la comparábamos con la del satélite. Esto mismo se repitió de día, pero esta vez contra un caza israelí del que tan sólo se veía una ligera estela blanca a una altura estratosférica. Esta vez fue una lancha egipcia la que hizo los disparos.
La descarga de la harina se lleva a cabo muy lentamente, por lo que suponemos que tendremos que pasar otra semana en Alejandría.
Hablando de descarga, esta mañana hemos presenciado un espectáculo muy triste. En el muelle y en guardia permanente, soldados armados con fusiles, vigilan que nadie recoja del suelo un gramo de harina. En un descuido del soldado, una niña de unos diez años, corrió con una lata y un cartón a recoger de un pequeño montón de barreduras, un poco de harina. Al percatarse el soldado, corrió hacia ella y la golpeó con la culata del fusil e hizo que vertiera en el suelo el producto de su “rapiña”. Fue un acto político asqueroso, pues de no haber estado nosotros presenciando la escena, posiblemente hubiera actuado de otra forma. Se avergüenzan del hambre...si ellos supieran la que Europa sufrió del 39 al 45...
He salido a tierra con un compañero y nos hemos divertido viendo en un night club la danza del vientre. Es impresionante de que forma son capaces las bailarinas de mover el esqueleto semidesnudo. ¿Cómo es posible que dentro del mundo árabe haya tales diferencias de actitud respecto al comportamiento de la mujer? El local estaba protegido por sacos terreros, al igual que casi todos los comercios de la ciudad, pero ya no nos impresionan tanto como el primer día. Lo que si nos ha llamado la atención es el riesgo que corren los viandantes en esta ciudad caótica. Los coches y autobuses se mueven entre la gente a golpe de bocinazos y sin semáforos que regulen el tráfico; cruzar una calle es casi suicida. A veces piensas que buenos toreros podrían salir de algunos de estos peatones.
Esta noche hemos tenido otra vez un sobresalto. A eso de las cuatro de la mañana una fuerte explosión bajo el agua, ha hecho que el barco, que está medio vacío, chocara duramente contra el muelle. De nuevo hemos salido todos a cubierta despavoridos, preguntándonos que había sido eso. La respuesta nos la dio una segunda explosión a unos trescientos metros de nosotros, mientras una lancha sin luces, se alejaba del lugar.
En este puerto, durante la Segunda Guerra Mundial, un cuerpo italiano de ataque submarino llamado “Decima MAS” consiguió colocar bajo las quillas de los acorazados británicos “Valiant” y “Queen Elizabeth cargas explosivas que hicieron que ambos barcos se hundieran en el mismo puerto. Fue una acción de un gran valor, coraje, determinación y preparación técnica, en la que un submarino puso en el agua a dos torpedos humanos, cuyos tripulantes después de mil vicisitudes, lograron colocar los explosivos. Esto, los egipcios no lo han olvidado y de ahí el que lancen cargas de profundidad de vez en cuando para evitar que posibles hombres rana israelitas ataquen sus barcos de guerra en este puerto.
Después de doce días descargando harina, por fin mañana saldremos a la mar. Me voy con la pena de no haber podido “ver” el famoso faro de Alejandría, ni la biblioteca, ni tantas cosas maravillosas de éste país...vigilan nuestros movimientos y no nos permiten salir de la ciudad. Hacer una fotografía es una acción suicida. Poseer cualquier revista o signo de haber estado antes en Israel, supone la cárcel. A pesar de ello, estoy satisfecho por haber colaborado a quitar el hambre a medio Egipto, aunque sólo sea por un día.
Termino mi carta navegando en un Mediterráneo azul maravilloso en un día luminoso de Otoño. La sensación que tengo al haber dejado atrás tanta miseria es la que se siente después de una buena ducha.
El barrido de las bodegas ha producido casi una tonelada de harina que hemos echado al mar. Ha venido a mi mente la niña de Alejandría y creo que todos en nuestro fuero interno nos sentimos en pecado mortal.
SIMBAD (Pablo R.M-E.)
15 comentarios:
Querido Terly: me encantan estas cartas que son historia pura. Qué valiente forma de cumplir con su misión.
¿Lo que narra de los torpedos humanos es lo mismo que contaba Julio en su post de "Soy Capaz que lo titulaba Torpedos Humanos? Con la peligrosa diferencia de que tu hermano lo vivió delante de sus ojos.
No dejes de publicar más cartas de estas. Sobre todo las que se escriben desde el mar tienen ese sabor especial que algunos conocemos. Son maravillosas.
Me ha entusiasmado, díselo a tu hermano. ¡Qué disfrute!, a pesar del peligro.
Un beso para tí, querido amigo
Querida Militos:
Efectívamente, se refiere a los mismos "maiales" a los que hace mención Julio en su post "Torpedos humanos"
Espero que mi hermanos se anime a contestar a los comentarios de este post porque sin duda sus respuestas, sería mucho más interesantes que las que yo pueda dar. Dejo la pelota en su tejado.
Un beso, Militos.
Esta carta es impresionante Terly no solo habla de la historia de un determinado momento sino tambien cual actual siguen siendo las miserias humanas a causas de guerras sin sentidos, niños golpeados por un poco de harina en ese tiempo, hoy inocentes muriendo de hambre y asesinados en Gaza...
Fantástica narración, la he disfrutado muchísimo Terly; gracias por compartirla.
un besote
Tras leer, aprender y volver a leer esta carta... quiero seguir aprendiendo.
Un fuerte abrazo Terly.
D. Terly, qué fantástico documento ha rescatado para los más jóvenes que piensan que Israel ha bombardeado hoy a los palestinos sin motivos y para masacrarlos.
Sabe usted que cuando quiera puede colgar estas entradas suyas en mi blog con un enlace dirigido al suyo. Creo que los dos grupos de lectores se beneficiarían.
Por otra parte quisiera pedir su ayuda para la novela que tengo entre manos. Me gustaría leer alguna carta de amor entre un combatiente de la guerra civil (mejor si es de la División Azul) y su novia o esposa en la retaguardia, o en España.
Por supuesto sería absolutamente confidencial, sólo trato de captar el ambiente, el tono de esas misivas amorosas, en ningún caso reproducir historias con nombres y apellidos. ¿Cree que usted y sus lectores podrían ayudarme?
Respecto a la Taberna Chamberí, siento que sus matasanos lo tengan a dieta severa, pero si alguno de estos días se acerca usted a Madrid, tendré mucho gusto en acompañarle y ya encontraremos en la carta algo delicioso y que no le siente mal. Saludos muy cordiales, amigo.
Ciertamente es un relato fantático.
Una carta que refleja, que a pesar del paso del tiempo,las miserias morales no han evolucionado;continúan inamovibles.
Un beso.
Los hechos relacionados con la "Decima Mas" se refieren a la Seguna Guerra Mundial. Entre los años 1940/1943 este grupo de ataque italiano, llevo a cabo otras muchas acciones espectaculares, partiendo de las bodegas de un barco mercante atracado en Algeciras y que había sido "embargado" por el gobierno español. Durante muchos meses los ingleses jamás llegarían a sospechar que los "maiales" se montaban y partían desde un barco inofensivo al que podían ver todos los días desde sus puestos de vigilancia costera de Gibraltar.El ingenio y valor de aquellos italianos fue justamente recompensado por el Gobierno de Musolini con 29 medallas de oro al valor,104 de plata y 33 de bronce.
Cuando visité Alejandría habían transcurrido 24 años del final de la II Guerra Mundial y poco más de cinco meses de la que enfrentó a árabes e israelíes,pero la sombra de la Decima Mas aún gravitaba sobre los egipcios.
Cualquiera que se interese por este grupo de ataque de hombres rana, puede encontrar en internet muchas web relacionadas con él.
Con ésta modestísima aportación sólo he querido expresar mi admiración por aquellos valientes marinos.
Gracias a todos los que habeis comentado ésta carta.
SIMBAD
Excelente crónica de hechos reales en situaciones reales.
¡Buen reportero!
Aunque veo que mi hermano ya ha expresado su agradecimeinto por vuestros comentarios a esta carta, no quiero dejar de daros las gracias yo también por vuestras amables visitas a ésta, vuestra casa.
A D. Alfredo García Francés
Amigo D. Alfredo:
Se han pasado años y años diciendonos que España era diferente y nosotros sin creernoslo. Al fin nos convence Vd. de ello con el post que publica hoy en su blog, aunque hemos tardado mucho tiempo en darnos cuenta.
En breve publicará mi hermano una entrada que ya tiene escrita sobre la División Azul, pero creo que no tiene conocimientos de cartas amorosas relacionadas con este tema.
Un abrazo para todos.
He vuelto a releer la carta desde Alejandría y me ha vuelto a emocionar. Enhorabuena.
D. Terly, verá que somos varios los que coincidimos en estos comentarios en que esa diferencia, en lugar de mejorarnos, nos hace peores, más arcaicos.
Entonces, si le parece, desde hoy le dejaré mis entradas en su blog y espero las suyas en el mío.
Especialmente, espero con ansiedad la de su hermano sobre la Blau porque estoy sumergido en información sobre ese cuerpo divisionario para mi próximo libro.
Respecto a la correspondencia amorosa, no es necesario que sean cartas de la División Azul, pueden ser cartas entre novios durante la gurra civil. Intento recrear el lenguaje y los modos lo más fielmente posible.
Por favor, ténganme al corriente y reciban un fuerte abrazo.
Con mi dinero, NO
El Sr. Zapatero, anuncia una ayuda a Gaza de 5 millones de euros. Bien. Déjemos aparte que aquí, en España, hay gente a la que ayudar y a quienes remediaría mucho ese dinero. Por ejemplo, a los comedores benéficos de Cáritas.
Pero, ¿qué quiere decir ayuda a Gaza? ¿Qué es Gaza? Un territorio. Las regiones no reciben dinero. No tienen manos. Una posibilidad es ayudar al grupo que controla esa zona, los terroristas de Hamás. La otra, entregarle la ayuda a la Autoridad Palestina que, desde tiempos del Sr. Arafat, ha demostrado ser más corrupta que el Sr. Roldán y D. Julián Muñoz juntos.
Reconozco que el Sr. Sarkozy se le ha adelantado otra vez y ha tomado un protagonismo que, sin duda, a usted le incomodará. Pero, ¿porqué para mejorar SU imagen lo único que se le ocurre hacer es regalar NUESTRO dinero? ¿No podía tomar parte en una acción conjunta con la UE?
Déjelo, es nuestro sino, sufragar a terroristas. Aquí y allí.
Con mi dinero, NO
Para relajar miren lo que me ha contado mi amigo...
Pipi Estrada y Miriam Sánchez
Tele 5 necesita una inyección tonificante para su “Mujeres y hombres y viceversa” y ha hecho una buena elección. Pipi y Miriam. Yo estoy muy agradecido a esta pareja y, ella, es una de las elegidas para llevar al cine mi libro Balas de Carmín.
¿Recuerdan mis lectoras el desnudo de Pipi Estrada y lo que se habló del tamaño de su célebre “pipón”? ¿Han olvidado los lectores el cuerpo de escándalo de Miriam Sánchez?
Por supuesto, todos recordamos la simpatía de él y el pícaro descaro de ella. El talento de ambos. Una pareja muy mediática que levantará pasiones entre los televidentes. Y quizás algo más. Suerte, amigos.
Pipi Estrada y Miriam Sánchez
Es una misiva reveladora
de la historia
¡cómo si no pasara el tiempo!
destila nostalgia y tristeza
pero también esperanza e ilusión.
Una hermosa carta,
de verdad,
un abrazo, Terly
y mis mejores deseos para
este nuevo año
Todos tus post son enseñanzas, porque son trozos de vida, unas veces hechas carta y otras poesia. Poco a poco nos vamos reincorporando y en este primer contacto contigo solo quiero desearte a tí, y a los tuyos todo lo mejor para que sigas transmitiendo todo lo mucho y bueno que tienes dentro. Un fuerte abrazo.
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