Autor: Terly
ELLA
(Madre de 8 hijos, profesora, poeta, aviadora…)
De niña, inquieta, traviesa,
picaba como una espuela
y todos la conocían
por la audaz e intrépida Ela.
Jovencita sin complejos,
a su época, adelantada,
competía con los chicos,
la igualdad le vino dada.
Pequeña cual colibrí,
sutil pétalo de rosa,
enorme como el océano,
sensible, dulce, mimosa.
Divertida campanilla
que movida por el viento,
su tenue risa sonaba
a música de instrumento.
Más tímida que la cara
que oculta la blanca luna,
tan dura como el diamante
e ingenua como ninguna.
Sencilla cuál mecanismo
de alumbrado de una vela,
hoy, su luz es de lucero,
pintura fue de acuarela.
De seda, su suave piel,
vigorosa como el roble,
la dulzura del almibar
y cual madera, fue noble.
Sus ojos eran translucidos
como el cristal de Murano,
elegante como la orquídea
y talante campechano.
La cultura dominaba
en tres lenguas diferentes,
erudita y estudiosa
de dotes inteligentes.
Fragilidad de cipsela
(vulgar diente de León)
se deshacía en un soplo
su sensible corazón.
Arrojo de navegante,
primera mujer piloto
que cruzó Sierra Nevada
en tiempo ya muy remoto.
Fue mi suerte, mi fortuna,
fue mi estrella, fue mi sino,
la madre que me parió...
¡Doña Eladia Montesino!