Autor: JJRME (Terly)
CÁCERES, ¡GRAN CIUDAD!...
Las
piedras que conforman su estructura,
cada gota
de lluvia que la baña,
de su
cielo, la luz de cada estrella
y en las
torres, cigüeñas que le cantan.
El silencio
de sus calles misteriosas,
tan solo violentado por campanas
con sus
bronces rompiéndose en el aire
desde lo
alto de torres o espadañas.
Durante el
día, el Sol la baña en oro
y en las
noches, la Luna, lo hace en plata,
logrando de ella una valiosa joya
hermosa,
fascinante y admirada.
Encierra
entre sus muros tanta historia
que a
veces da pudor hasta contarla,
de mujeres
y de hombres legendarios
que te estremecen cuando de ellos hablas.
Quisiera resaltar aquella Virgen
que tiene
su morada en la Montaña,
pequeña,
pero inmensamente grande,
de
Cáceres, patrona muy amada.
Si toda Extremadura
es mar de encinas
la ciudad
cacereña es esa barca
que entre
todas navega con arrojo
buscando
ese rincón de la esperanza.
JJRME (Terly)